Candado
ENTREVISTA A LUIS RAMOS
DIRECTOR DE FABRICACIÓN
Por Redacción DROTER
13 AGOSTO 2021
—¿Por qué es tan difícil industrializar la conducción autónoma?
—En sí mismo, no es difícil. ¿Dónde radica la dificultad? En que estás obligado a pensar de otra forma. Cuando se trata de fabricar vehículos y aeronaves, en la actualidad, se crea un ecosistema de subcontrata. Todas las partes que intervienen están unidos al centro de decisión por contratos Tier 1, 2 y 3. No importa dónde se fabrica cada parte, dónde se ensambla o dónde se vende. La logística es otro componente, que resulta ser crítico o determinante, y se une al precio final. Un componente, sin embargo, muy vulnerable, volátil.
—¿Eso ha cambiado?
—Tenemos dos problemas, dispares, con la estrategia industrial que conocemos y poco importa lo digitalizadas que estén las plantas de producción. No importa que sean de nivel 4.5 o 6. El nivel de digitalización sigue siendo importante. Pero nos enfrentamos a un cambio de paradigma. No es un problema incremental. Estamos ante un problema conceptual y jerárquico, no es subir un peldaño, es como cambiar de escalera.
—Hablemos del problema logístico, me imagino que se refiere a una nueva estrategia de —Hablemos del problema logístico, me imagino que se refiere a una nueva estrategia de nearshoring?
—No, exactamente. El offshoring y el nearshoring, se diferencian entre sí, por las distintas distancias. Nearshoring —ya me jode utilizar estos neologismos— sería lo que hace Renault, fabricando en España o lo que hace Ford, fabricando en México. Y el offshoring es fabricar mucho más lejos, para entendernos, en la otra parte del mundo, en Oriente. Hay diferencias, pero no es lo fundamental para DROTIUM. Para DROTIUM lo fundamental es fabricar, manufacturar, todo lo que sea posible, aprovechando el impulso que procede de máquina herramienta, más competente, con más atributos. En la práctica significa que estás apostando por la industria de la máquina herramienta más que por la industria de la subcontrata. Te quitas a las escuelas de negocio de en medio. Es un cambio de paradigma y es fundamental. Los factores de producción, sus costes, son reemplazados por la ventaja estratégica que proporciona disponer de una buena industria de máquina herramienta a tu alcance y en tu entorno próximo y es un concepto que opera a medio y largo plazo. La mano de obra pasa a un primer plano, pero no por sus costes, lo hace por su especialización y oficio, mucho más interesante. Si te apoya en la adecuada máquina-herramienta, eliminas la subcontrata, el offshoring, el nearshoring y su puta madre de un plumazo. Se trata de esto.
> RELOCALIZAR EMPRESAS
—¿Hablamos de localización de empresas?
—Estamos hablando de apostar por la industria de máquina-herramienta, cuyo efecto inmediato, es que atemperas y mucho los problemas logísticos, en estos momentos, un auténtico infierno. Un infierno que ha puesto de relieve la pandemia. A su vez, si extendemos el modelo, si lo popularizamos, terminas con el subproducto de las escuelas de negocio, la gigafactorías, el gigantismo y las economías de escala que no parecen tener fin o que tienen al infinito, esto es, al absurdo, al delirio. Afecta a DROTIUM, porque DROTIUM apuesta por la máquina herramienta y por la localización casi extrema. Genera mucho bien a los territorios afectados por la acumulación de oficios y profesionales que se requieren. Es un mejor ecosistema y aminora los problemas políticos.
—¿Explíquese... qué es eso de que aminora los problemas políticos?
—Es nuestro caso, el caso de España. Cuando se opta por las gigafactorías se opta por convertir la actividad industrial en un problema geopolítico. El gigantismo arrastra a territorios enteros, los especializa, les proporciona cierta prosperidad y por la misma razón, los degüella cuando su actividad se marchitan. Les impone una dinámica muy rígida de la que no pueden escapar. España, por ejemplo, es un país especializado en la subcontrata, con una clase política experta en estrategias políticas, urbanísticas, administrativas, fiscales y financieras que impulsan la subcontrata y maquila, experta en acarrear parte del erario para fortificar dicha filosofía y forma de pensar. Si eres multinacional y aportas inversión, la sociedad española se abre de piernas. Si la inversión es nativa, entonces, estás jodido. Es una forma de pensar e interpretar el mundo. Lo que le digo es que está en las antípodas de lo que piensa DROTIUM. Es un problema y muy desagradable.
Luis Ramos
—¿España es, en su opinión, apta para fabricar máquina-herramienta?
—Es una pregunta que Vd. mismo debe contestarse. ¿España es apta para educar a sus lebreles?
—¿A los hijos, se refiere?
—A eso me refiero.
—Por supuesto, aunque todavía no tengo (hijos).
—Esa es la respuesta correcta. Si no podemos renunciar a la educación, a la formación, a la investigación, tampoco podemos renunciar a la máquina-herramienta. Hay dos empresas en el mundo que fabriquen máquina herramienta para fabricar chip de 5 nm, los que fabrican TSMC y Samsung. En realidad, solo dos, con capacidad para fabricar salas limpias con sistemas fotolitográficos tan sensibles. Son salas carísimas de fabricar y muy caras de implantar. 'Cerebras', en California, acaba de fabricar un chip neuromófico gigante de 1, 2 billones de transistores, con paralelismo nativo, específico para el aprendizaje profundo, a saber, parta la inteligencia artificial que nosotros (por DROTIUM) tanto consumimos y con 400 mil núcleos programables. Fascinante. Sin dichas empresas, las de máquina herramienta, la industria languidece. Son más importantes, es lo que yo le digo, los argumentos tecnológicos que los de las escuelas de negocio. Espero haberme explicado. Sé que esto es muy vitriólico para determinados oídos. ¿Hemos entontecido? ¿Vd. qué cree?
—Quizá
—Piénselo.
> GOLPE DE TIMÓN
—¿Es fácil tener industria propia como 'Cerebras', que diseña chip o lo holandesa ASML, que fabrica las máquinas para hacer chip?
—Es imposible cuando no quieres estar donde debes. Cuando tienen pocos recursos y te lo gastas en salvas... Si te has especializado en la subcontrata y te sientes un campeón, es todavía más difícil. Si tu cultura es «me gusta la maquila, eso es lo que quiero», darle la vuelta es complicado. Sepa, en todo caso, que los asuntos se resuelven o se necrosan. Cuando la enfermedad te devasta y tus fuerzas escasean, solo tienes fuerzas para las curas y poco más. Te vienes abajo. Todo exige esfuerzo y claridad de pensamiento. Lo que yo le digo es que vamos con muy malos pasos por peores caminos y que se impone un golpe de timón. Escríbalo como quiera.
—DROTIUM se propone fabricar el máximo posible en sus propias plantas y aminorar los problemas logísticos todo lo que sea posible. Eso choca con lo que habitaulmente se hace. Los componentes antes de ensamblarse dan la vuelta al mundo.
—El propósito de DROTIUM es más saludable y destensa la geopolítica. Recuerde lo que pasó con el buque que encalló en el Canal de Suez. DROTIUM apuesta por la prevalencia de la industria de máquina-herramienta sobre el combinado logístico (muy vulnerable) y porque el SADIRort, nuestro conductor DROTIUM, está en la pirámide de todo el proceso y es muy exigente con todas las partes que subordina. Nos enfrentamos a una nueva arquitectura industrial. No basta con empotrar actuadores y sensores en un rango de especificaciones, tienes que evaluar su rendimiento, entrenarlos, sincronizarlos y estructurar su misión. El corazón del coche dejar de ser el tren motriz, por extraño que nos parezca. Industrialmente se desplaza el peso del vehículo hacia el SAIDRot y te obliga a generar otra arquitectura industrial. Digitalizar y automatizar la producción es una parte de la ecuación. SAIDRot puede exigirte recalcular las estructuras. La inteligencia artificial cambia las reglas de juego.
—Las inteligencias (artificiales) crean su propia impronta.
—Eso es. Las inteligencias que creas generan nuevos procesos que te obligan a ser diligente. Afecta a todo el cálculo y al diseño estructural. La reconversión de la industria convencional automotriz, espero que se entienda, es una quimera. Les ha pasado, por encima, una apisonadora.
—¿Lo saben? ¿Saben que están debajo de una apisonadora?
—Por sorprendente que le pueda parecer mi respuesta, no lo saben. Estaban en sus cosas, al dictado de la Escuelas de Negocio, con Consejos de Administración sintiéndose geopolíticamente imprescindibles. Así es la vida. Les atropello el futuro, la ciencia y la tecnología.Todo a la vez y sobreviven con una sonda muy gorda conectada al erario. La sociedad les está estrechando el canuto y terminará desconectándolos. Ajo y agua.
—Se le entiende muy bien.
—Abres los ojos y lo ves. No es más.
—¿El mayor reto industrial de DROTIUM?
—Sin duda, la sincronización y en la simultaneidad. Es desaconsejable —del todo— iniciar las operaciones industriales y tecnológicas apostando por el pasado. Si lo hacemos, estamos muertos. El ritmo y la velocidad son recursos que tienen que debemos utilizar para comprometerse con el presente. Si no permaneces alerta te vas, sin querer, al pasado y es un embudo, en términos industriales, del que no sales. Tenemos la suerte de que somos empresa emergente y podemos permitirnos la coherencia, apostar por la línea del tiempo que va hacia adelante y no se conoce otra.
—¿Puede explicar mejor en qué consiste la simultaneidad?
—Lo intentaré. Le enumeraré las actividades más importantes. DROTIUM tiene que abordar muchas tareas simultáneamente. Y la simultaneidad te obliga a la gallardía y a acumular recursos. Hay que mantenerse bravos en este punto y sanear el entorno. Te suelen aconsejar en sentido contrario. Te piden que te entregues. Si no se aborda la simultaneidad y la sincronización con gallardía y coraje, querrá decir que estás en la subcontrata. Y la tontería de la subcontrata se te quita cuando está fabricando una inteligencia, SAIDRot. Cuando superas el asombro empiezas a perder la inocencia. Te das cuenta de la envergadura de los cambios. Mientras DROTIUM no descansa en sus actividades de I+D+i, simultáneamente, atención, sincronizadamente, y no es fácil, tiene que abordar, las enumero, las siguientes tareas:
Dicho todo, con bolígrafo y papel, ordenando los puntos, el rompecabezas. Una respuesta que nos ha llevado su tiempo y que le ha permitido a Luis recalcar: