Efrén Alonso
ENTREVISTA A EFRÉN ALONSO
DIRECTOR GENERAL DROTIUM
Por Redacción DROTER
5 | DICIEMBRE | 2021
—¿Estamos atrapados en esquemas culturales que constituyen errores de bulto?
—Todos tendemos a las fotos fijas. Si salimos a la calle vemos un tipo de tráfico y un tipo e movilidad. ¿Qué pensamos? Instintivamente imaginamos que lo que vemos y que además se mueve posee inercia suficiente para acabar el siglo.
—¿Es un error de percepción?
—De bulto. Es un error muy grosero. Nos engañan los sentidos. No dejamos intervenir al cerebro, al cortex. ¿Qué nos dice la memoria reciente? Que los cambios tecnológicos se están acelerando, que están siendo muy bruscos y que bastan diez años para reducir a cenizas sectores industriales enteros. Un cambio industrial que se produce en un ciclo de diez años, en términos industriales, es un cambio radical, violento.
—Vemos el tráfico, vemos su inercia, está en movimiento, la energía que exhala, vemos los coches y obtenemos la sensación de que lo que vemos tiene inercia, por sí mismo, para resistir todo el siglo XXI… ¿Se refiere a eso?
—A eso me refiero. La realidad, la verdad, es contraintuitva, desdice lo que nos dictan los sentidos. Todos sabemos, lo sabe todo el mundo, porque lo ha visto en la televisión y lo ha leído y lo ha hablado con sus amigos cientos de veces, que la movilidad que viene, es autónoma, es un suministro que prescinde del conductor humano y no necesita coches particulares. A pesar de que sabemos que será así, ese conocimiento lo ocluimos por la sensación que obtenemos cuando salimos a la calle. También sabemos, porque todo el mundo lo sabe, que los cambios tecnológicos son cada vez más radicales. Lo sabemos, pero es conocimiento que aplastamos con sensaciones. Conocemos la verdad, que es contraintuitiva.
—Y Vd. dice que error de bulto tan grande tiene secuelas.
—Consecuencias muy duras. Tomamos decisiones con intuiciones erradas. No nos preparamos para los cambios porque estamos convencidos, en falso, que disponemos de tiempo para adaptarnos.
—Y no disponemos de tiempo…
—No. El cambio de repente hace acto de presencia y, de repente, ya no formas parte del cambio. Te quedas fuera. Con suerte y si tenemos renta podemos importarlo. Y cuando ocurre… han pasado antes muchas cosas y todas ellas muy desagradables.
—Vd. dice que las tecnologías NERTRA son muy transversales y de impacto sistémico.
—Su impacto es sistémico no porque lo diga yo. Convierte en escombros la antigua industria automotriz, modifica las ciudades y modifica la estructura económica, industrial y tecnológica de la sociedad al completo. Eso ocurre no porque lo diga yo. Ocurre porque la movilidad es estratégica y transforma la sociedad.
—Estamos gestando un error de bulto descomunal.
—Nosotros, por DROTIUM, nos estamos escapando a dicho error y hacemos todo lo que está a nuestro alcance para ayudar a nuestros interlocutores. Les pedimos que constituyan a toda velocidad Comisiones NERTRA. Les emplazamos, de igual modo, a que levanten de nueva planta, a toda velocidad, Políticas Industriales NERTRA.
—¿España puede jugar algún rol en el cambio de paradigma?
—¿Se refiere a algún protagonismo industrial o tecnológico?
—Quiero saber si estamos condenados a ser importadores o si podemos ser, por primera vez, constructores y disponer de tecnología propia.
—DROTIUM es la única compañía en Europa que ha realizado una apuesta firme y decidida por el cambio tecnológico. No solo por automatizar un coche sino por automatizar un coche y el tráfico. Lo hemos dicho desde el principio. Hemos sido transparentes. El tráfico NERTRA lo interpretamos en clave terrestre, aérea y marítima. Cambiamos las reglas. Sabíamos desde el día uno que no consistía en automatizar un coche, en crear una máquina súper inteligente que navegase en entornos caóticos. Apostamos por el ecosistema y la eficiencia. Apostamos por el cambio de patrón de movilidad. Ahora mismo, la estrategia tecnológica de DROTIUM, está siendo observada y considerada la más cabal. Empezamos tener retornos en dicho sentido.
—EE UU y China son los campeones de la conducción autónoma…
—Es cierto. Europa no existe, ha tirado la toalla. Y China y EE UU van con todo para imponer y dominar el cambio tecnológico. En Europa, entre tanto, hacemos declaraciones y nos damos palmaditas en la espalda para celebrar lo guapos e inteligentes que somos. DROTIUM, no obstante, no comparte la estrategia tecnológica (de China y EE UU) y ellos empiezan a considerar la nuestra como la más eficiente y completa. De todos modos, les queda trecho. DROTIUM empezó hace ocho años y nuestras premisas de partida eran otras. Al principio eran muy chocantes e incluso desconcertantes. Eso ha cambiado radicalmente. Nuestro camino era el correcto. Resultó que la razón estaba de nuestro lado. El sector buscaba atajos, nosotros no. De eso nos sentimos muy orgullosos.
—¿DROTIUM ha recibido apoyo legislativo en España, en Castilla y León y en el Ayuntamiento de León, ciudad donde tiene su sede?
—Por sorprendente que pueda parecer, si. Hemos recibido apoyo legislativo y mucho antes que en Europa. Sin embargo, sin consecuencias prácticas. ¿Postureo? Quieren las cosas ya resueltas. Se emboscan y esperan. Si fracasas te acuchillan y si tienes éxito se hartan a lametazos. En fin.
—Quizá es por que siguen considerando la conducción autónoma como un futurible…
—Error de bulto. Volvemos al principio. Están sentados esperando a que salga la carta del tarot adecuada. Es algo así. La electrificación de la movilidad es un reto menudo en comparación con la conducción autónoma o la automatización del tráfico. Y se necesitarán políticas industriales NERTRA. No hay escapatoria.
—¿Qué tecnologías NERTRA considera claves?
—Se ha venido hablando en las sucesivas listas de tecnologías clave que cambiarán el mundo, reiteradamente, del self-driving-car (coche autónomo). Aparece por primera vez en dichas listas en el 2008, hace 13 años y desde entonces se trabaja a altísimo nivel en dicho desafío. Y dicho trabajo, naturalmente, ha dado frutos. Las empresas que estamos en ello estamos entrando en fase industrial. La gente no lo ve. No se ve el producto en la calle, y se tiende a pensar que no existe. La fase industrial lleva su tiempo. Recientemente, en las listas del MIT, aparece ya, el posicionamiento preciso (mejorando el GPS), aunque se sigue confiando en constelaciones de satélites. Nosotros llevamos tiempo trabajando en el posicionamiento preciso, pero sin satélites. Esto es una revolución que resuelve, además otros problemas de seguridad. Nosotros empezamos a trabajar con ondas milimétricas, mucho antes que existiera el 5G y nosotros estamos muy por encima del 5G. Es otra cosa de la que nos sentimos muy orgullosos. Desde el día uno, DROTIUM optó por automatizar todo el tráfico (no un único vehículo). La decisión nos permitió generar un ecosistema, singular, que ahora interesa a todos. El más sencillo, eficiente y potente. El 97% de los desplazamientos de la humanidad se producen en el ámbito de las distancias micro, pequeñas y medias (respetando el orden). Y lo hemos hecho contra todo pronóstico. Nuestro sistema no genera problemas geopolíticos y resuelve muchos problemas colaterales que el posicionamiento satelital no puede resolver. El posicionamiento satelital será complementario y llegado el caso, prescindible para la inmensa mayoría de los desplazamientos
—¿Las tecnologías NERTRA ya pueden certificarse?
—Es nuestro caballo de batalla y desde hace años. Están circulando muchos sistemas de asistencia al conductor con un nivel de certificación entre nulo y muy penoso. Se están llevando los viales de soluciones de software en fase beta (!). Es un caso de desidia generalizada. También de incompetencia tecnológica. Las viejas administraciones no saben. Las administraciones y sus expertos se debaten entre reprimir la innovación, asunto muy peligroso y ponerse las pilas. Pues ninguna de las dos cosas. Noqueo. Se asoman a la ventana y esperan que el tiempo pase y les resuelva el problema. Esperan, rezando, que el viejo sector automotriz haga un milagro. Siguen creyendo en los coches y volvemos al error de bulto. Necesitamos soluciones colaborativas y comunitarias y por irritante que pueda parecernos las viejas administraciones siguen insistiendo en las soluciones depredadoras asociadas al coche particular.
—Hay mucho movimiento en el río del cambio tecnológico…
—Es lógico. Se imaginan una transición lenta y reposada, por fases, que se extenderá a lo largo de este siglo y brotan como setas las empresas de inteligencia que empiezan a trabajar con datos para procesarlos y dar soporte a múltiples soluciones. No obstante… los cambios serán mucho más bruscos. Los cambios, como DROTIUM ha pronosticado en distintos informes estratégicos, serán, por necesidades operativas, muy ágiles, más parecidos a un cambio de moneda. Se reservan viales, dedicados, para los vehículos autónomos de nivel 5 y 6 y, paulatinamente, a buen ritmo, irán sumando viales hasta erradicar la barbarie. No consiste, en construir un conductor autónomo a lo Superman capaz de sobrevivir en un enjambre de vehículos pilotados por humanos convertidos en felinos, luchando por una posición en el carril. Consiste en humanizar el tráfico, en hacerlo fluido, confortable, eficiente y saludable. Y lo logramos con vehículos que son unos caballeros y cumplen reglas (con inteligencia artificial). Todo será muy rápido.
—La vieja industria automotriz, entonces, no puede reconvertirse…
—Imitan a TESLA. Y TESLA es pasado. No son conscientes. Las plataformas eléctricas que fabrican ahora son pasado. Su desconcierto es máximo. Tampoco pueden llegar a WAYMO, una empresa de software. Pero tampoco es a WAYMO a quien hay que seguir. WAYMO quiere predecir el tráfico, sobrevivir en el caos, y DROTIUM quiere hacerlo fluido, eliminar el caos. Son dos estrategias distintas, utilizamos la computación para fines distintos. Hay que seguir a DROTIUM y esto último es inalcanzable para la vieja aristocracia del metal (Industria automotriz). Han perdido mucho tiempo y su tamaño hace imposible la reconversión. Tomamos los presupuestos generales del Estado, se los entregamos, en su totalidad, enteros, lo hacemos durante cuatro años consecutivos, les ponemos encima de la mesa, 1,6 billones de euros y tampoco se salvan. Se les pasó el arroz.
—Se impone la automatización del avance longitudinal y lateral.
—Para DROTIUM el avance longitudinal y lateral es como no decir nada. Hay «avance y proactivo» y ese es el dominio de conocimiento. El dominio en el cual la inteligencia artificial hace su trabajo. Se lo pones muy difícil (a la retroprogramación), a la computación neuromórfica, si la obligas a predecirlo todo. Se lo facilitas si le aportas datos ciertos y reduces las variables a las que son críticas y fundamentales, las que importan, las que son resolutivas. Tenemos que tener muy claro el dominio de conocimiento para la inteligencia artificial y sus límites. El dominio en los tres contextos, tierra, mar y aire, es el «avance proactivo».