ENTREVISTA a Federico Moratinos. Área de negocio de DROTIUM.
A vueltas con la demografía y la España vaciada, un problema vitriólico, de múltiples aristas y una, funcionalmente, muy estresante, la pena de inmovilidad que pesa sobre importantes franjas de población, sobremanera, en el medio rural.
Mejor supuesto en la España vaciada. Persona mayor a lomos de su bicicleta para desplazarse.
ENTREVISTA A FEDERICO MORATINOS
ÁREA DE NEGOCIO DE DROTIUM
Por Redacción DROTER10
10 | OCTUBRE | 2021
> POBLAR EN LUGAR DE DESPOBLAR
—¿Se cumple el principio de que cualquier tecnología genera su catástrofe?
—Con precisión de relojería. La expansión del coche particular debilitó o, mejor, destruyó la infraestructura de transporte colectivo. Resultado: importantes franjas de población, niños, jóvenes, mayores y personas que no pueden o no quieren conducir, sufren la pena de inmovilidad, se hacen dependientes. Es una dependencia sobrevenida por el modelo de movilidad en vigor.
—En las ciudades tienen, al menos, el consuelo del transporte público o el taxi…
—Es un consuelo muy débil porque su eficiencia está lastrada por el atasco y porque las infraestructuras de transporte público sufren una competencia feroz, estrangulante, por parte del vehículo particular. El problema de la inmovilidad se expande con fuerza y está afectando a importantes capas de la población.
—¿En términos de reto demográfico, cómo catalogaría los problemas a superar?
—El problema principal… vamos a ver… se deriva del descreimiento general. Hemos cancelado la virtud teologal de la esperanza. Le sonará a chino. La hemos abolido. Espere, déjeme hacer una consulta… —(Se entretiene con el ordenador imagino que buscando en Google y pasado un rato)—... Mire lo que dice Santo Tomás de Aquino sobre la esperanza. Escuche. «Virtud infusa que capacita al hombre para tener confianza y plena certeza de conseguir la vida eterna y los medios, tanto sobrenaturales como naturales, necesarios para alcanzarla, apoyado en el auxilio omnipotente de Dios». El problema principal de la demografía es la falta de esperanza. Hemos destronado a Dios pero nos hemos quedado con el pecado original que consideramos irreparable e irremediable. No merecemos la descendencia y la descendencia no se merece pertenecer a nuestra especie, maligna. Estamos convencidos de que a nuestra descendencia les espera una vida indigna de ser vivida. Hemos cancelado la esperanza. Ese es el problema principal. Seguro que le parece un estrambote, pero es el problema principal. Hemos destronado a Dios, hemos cancelado la virtud teologal de la esperanza y hemos entronizado el pecado original. Es un estado de ánimo que conduce nuestros pasos hacia el barranco de la extinción. Hemos liquidado un régimen y lo hemos reemplazado, de momento, con pesimismo extremo, con el pecado original. No nos reproducimos. No confiamos en nuestras fuerzas, en el futuro y tampoco en nuestras intenciones.
Federico Moratinos
—Caray… ¿Está sugiriendo que sin Dios no avanzamos?
—Tenemos esperanza en los bienes materiales y muy poca en los bienes biológicos. Nos inspiran más compasión los canes que los hombres. Hoy en día los cánidos son los señores de las ciudades. Y entre los hombres cualquiera que cumpla con la condición de que no se nos parezca es preferente. Cualquiera que sea distinto, de otra raza, de otra religión, es merecedor de compasión antes que uno que se nos parezca y que esté marcado por el pecado original. Estamos en una fase de autonegación extrema. Eso es lo que yo digo.
—Una fase a superar… imagino…
—Ya le digo. Nos hemos ido al otro extremo. Avanzamos hacia la extinción pero con prisa. En fin… yo creo que son etapas y que las superaremos. Vd. quería saber mi opinión sobre las causas principales del angustioso problema demográfico y también, imagino, el problema de la España vaciada.
—Centremos un poco el tiro. Hábleme de los principales problemas de la despoblación.
—La despoblación es extrema en el medio rural. Y está empezando a ser demoledora en las ciudades con menos de 150 mil habitantes. Las nuevas generaciones, que tampoco son muchas, eligen las grandes conurbanizaciones en búsqueda de sustento y oportunidades que los entornos urbanos a los que pertenecen ya no proveen. Es un problema.
—¿Cómo se invierte dicha tendencia?
—Tenemos dos puntos de apoyo de importancia capital y que resultan ser estratégicos. Internet convierte cualquier posición, no importa el lugar en el que nos encontremos, en el centro del mundo. Es irrefutable y por tanto el ansia por abandonar el lugar que nos vio crecer tiene fundamento cero. Revela que tenemos un problema perceptivo, cultural estrictamente. Resumiendo, pensamos de forma equivocada. Pensamos de forma equivocada y lo hacemos todos.
—Me ha hablado de un punto de apoyo. ¿El otro?
—El tráfico NERTRA, la nueva movilidad nos hace libres y no dependientes. Podemos liberarnos de la pena encubierta de inmovilidad.
—¿Pena encubierta de inmovilidad?
—Negamos su existencia, pero existe y todos sabemos que existe. Hace falta un líder que se dirija a toda su población y señalándola le anuncie, te haré libre. No dependerás de tu yerno, de tu nuera, de tu hijo, de tu vecino, de tu padre, para moverte. Convertiremos la movilidad en un suministro universal. La pena de inmovilidad es una realidad como la copa de un pino. Y es un efecto colateral del actual patrón de movilidad.
—¿Tenemos que deshacernos de nuestro coche particular?
—¿Porque afirma que es propietario de un coche particular? Es una forma de hablar extraña.
—Es así.
—Ensaye esta forma de expresar lo anterior. «Tengo inmovilizado en la calle, 23 sobre 24 horas al día, 20 mil euros. Tengo 20 mil euros abandonados, achatarrados, en la calle».
—¿Todo el mundo tiene su chatarra en la calle?
—Todo el mundo ha achatarrado 20 mil euros, 20 mil euros abandonados en al calle, ya le digo 23 sobre 24 horas que tiene el día... Estorbando. Tenemos ociosos billones de euros y cuando usamos la inversión que, previamanete, hemos achatarrado no usándola lo hacemos para embotellar, para atascar, para joder, para molestar, para emputecerlo todo más, pro si no lo estuviera bastante.
—Entonces yo no tengo un coche, tengo 20 mil euros achatarrados que uso, además, para encabronarlo todo un poco más…
—Correcto, ha malgastado 20 mil euros. Bueno, en realidad ha malgastado 53 mil euros, lo que cuesta un coche, de media, en 10 años. Chatarra que le succiona el coste del vehículo, el combustible, el seguro, las multas, las reparaciones, la ORA, los parking y los impuestos. Total 53 mil euros de bellón en diez años que usa para encabronarlo todo un poco más. ¿Considera ejemplar su comportamiento?
—¿Soy un delincuente?
—Caballero, Vd. mismo.
—¿Y cómo vengo al trabajo?
—¿Y cómo salgo del pueblo, y cómo llego al colegio y cómo voy al médico y cómo hago las compras y cómo voy al concierto o al fútbol o dónde sea? Lo estamos haciendo inmovilizando 53 mil euros,. Achatarrando 50 mil euros no levantamos la pena de inmovilidad que padece buena parte de la población.
—¿Tenemos, entonces, que movernos de otra manera?
—Estamos llegando al núcleo del problema. Necesitamos cambiar nuestro patrón de movilidad y convertir la movilidad en un suministro universal y omnidireccional y, además, haciendo intervenir los tres contextos, tierra, mar y aire. No estamos utilizando el fabuloso potencial de los CbC (Cielos de baja Cota) y las aguas NaCa )Navegación de Cabotaje). ¿Por qué no lo hacemos?
—Hábleme de ellos, por qué no lo hacemos…
—Lo empezaremos a hacer y en breve. No lo hacíamos porque éramos incapaces de resolver ciertos desafíos tecnológicos. Hemos entrado en otra fase. La humanidad ha entrado en otra fase. La movilidad es tan importante y decisiva, que es justo afirmar, que el tráfico NERTRA, la Nueva Era del Transporte, representa un salto cualitativo para la humanidad.
> TRÁFICO NERTRA PARA COMBATIR LA DESCENTRALIZACIÓN
—La solución…
—El reto de la despobalción requiere tráfico NERTRA y aceptar que el centro del mundo está en cualquier posición en cualquier punto del ejer de coordenadas. Planificar el territorio y establecer metas, sin tener en cuenta las infraestructuras que hacen posible una movilidad universal y omnidireccional, además de constante, activando la centralidad (internet), equivale a marear la perdiz. Es un acto de negación del salto tecnológico en marcha, un acto tecnológico que está entrando en fase industrial. ¿Cómo es posible urbanizar sin garantizar la conectividad? ¿Un terreno urbano lo sigue siendo sin suministros de agua, energía, conectividad y movilidad? Hablamos de suministros de primera necesidad para cualquier asentamiento.
—El suministro de agua y energía ya es obligartorio...
—¿Y por qué no lo es el suministro de conectividad y el suministro de movilidad? ¿Es comprensible? Estamos en el año 21 del siglo XXI. ¿Cuánto tiempo más podemos seguir haciendo trampas?
—¿Qué catástrofe genera la tecnología NERTRA? Hemos acordado que toda tecnología tiene su catástrofe.
—No lo dude. Tendremos que esperar a que se manifieste y será otro reto. De momento ya ha generado una catástrofe. Nos obliga a pensar de otro modo, a tener otra visión y somos muy perezosos para los cambios.
—¿Nos cuesta cambiar?
—Es lo que más cuesta. Puedes cambiar de mujer, de hijos, de coche, de piso, pero de forma de pensar…. Uy. Son palabras mayores. Y dicho esto prueba a no hacerlo y verás lo que pasa.
—Lo que no está escrito, supongo…
—Te pegas el gran tortazo porque la tecnología no es desinventable.
—¿Podemos considerar la falta de esperanza una catástrofe?
—Sí y una epidemia contra la que no tenemos vacuna.
—¿La falta de esperanza es un virus?
—Un meme cultural viralizado. Follamos más, pero sin ninguna consecuencia. Lo hemos llevado todo al otro extremo. Hemos destronado a Dios y nos hemos quedado con lo peor, con el pecado original. Póngase la mascarilla. Va esparciendo pecado original por donde pasa. ¿Qué le parece el siguiente anuncio ˝Expertos en despoblación. Despoblamos a buen ritmo. Razón social, España?. Y ponemos el anuncio, por ejemplo, en el The Times of India. Les colocamos nuestros excedentes de pecado original. Nos forramos.
"Un meme cultural viralizado. Follamos más, pero sin ninguna consecuencia. Lo hemos llevado todo al otro extremo. Hemos destronado a Dios y nos hemos quedado con lo peor, con el pecado original. Póngase la mascarilla. Va esparciendo pecado original por donde pasa"